Hace unas semanas compartí cómo funciona el cerebro en estrés y el riesgo de caer en el llamado “secuestro amigdalar”. En esta publicación voy a explicar cómo se produce y cómo podemos evitarlo.
Ante la percepción de un peligro (1) el tálamo recibe el estímulo y lo envía inmediatamente a la amígdala (cerebro primitivo) y 800ms después al cortex visual (2). Cuando ante la percepción de un peligro las amígdalas ponen el cerebro en modo supervivencia (3) se produce el secuestro amigdalino y solo caben reacciones primarias (4), reacciones de ataque (agresiones verbales o físicas) o huida (fobias). En un número menor de ocasiones se pueden presentar reacciones de congelación (para evitarnos el sufrimiento).
Para evitar este secuestro amigdalino debemos utilizar la neuroplasticidad de nuestro cerebro y entrenarlo mediante herramientas de Mindfulness o Atención Plena para ser más conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor, darle tiempo al cerebro consciente de procesar racionalmente el estímulo (5) y buscar la respuesta más adecuada (6) desde una posición de autocontrol que mejore las relaciones, la salud mental y el bienestar mental de todos.
#saludmental #factorespsicosociales #psicología #salud #estres #bienestar #saludlaboral #ansiedad #depresion #secuestroamigdalar
